En la profunda soledad de mis cuatro muros
Mi alma llora, mi corazón también.
En la profunda soledad de mis cuatro muros,
Mi casa me encierra, me hace morir también
En la profunda soledad de mis cuatro muros
Tan solo encuentro tristeza y lagrimas
Y nada más que ver.
A veces los seres humanos
No terminamos de aprender
Que somos tan solo útiles cuando estamos
Pero inútiles a la hora de necesitarte también.
La soledad enferma, te mata,
Día tras día esperando
Que alguien se acuerde de ti
Y tan solo una lagrima que llega a tus ojos
Te dice no ves que yo estoy aquí.
Tristeza, tremenda tristeza
Mis cuatro muros me dan
Pero más tristeza siento
Al saber que nadie se acordara.
Aun hoy tengo vida
Pero mañana no sé,
Tampoco sé si lo saben
Los que no lo pudieron ver.
En mis cuatro muros espere
Un abrazo que nunca llego
Un beso que me robaron y nunca más encontré
La brisa cálida de una caricia
La palabra que falto
El lugar, el momento justo,
De un encuentro que no ocurrió.
Cada poesía y texto aquí expresado son de mi autoria. Viviana Elizabeth Meierstein