martes, 8 de noviembre de 2011

El engaño, la traición.

Cuantas veces te has sentido dañado, dolido, engañado, con tantas ganas de llorar apretando fuertemente tu pecho, que podrías pensar que tu corazón va a salirse de él, la vida está llena de cosas y situaciones buenas y malas y entre las malas están los engaños, las traiciones, las ocultas y las que están tan a la vista que a veces que por ser tan obvias casi no las ves, y de pronto todo está presente, allí y lo vez y no sabes que hacer como reaccionar, y te preguntas a ti mismo y ahora que hago, que digo, como manejo esta situación.
Y bueno pueden sobrevenir los reclamos, el llanto, y con ellos también el perdón de lo imperdonable, porque la traición es un viaje de ida sin vuelta, y el que crea que no es así se equivoca, porque como decía mi abuela el que traiciona una vez lo hará siempre;  también puedes enfrentar la situación y con ella a las personas involucradas y de que te sirve, porque el sabor amargo no se ira, se quedara en tu boca tal cual lo haría la peor de la hieles, amargo y sombrío, porque ya no será la duda si no la realidad.
Pero ojo no nos equivoquemos no solo la traición se ve en la pareja, sino también en la amistad, en la familia, en el trabajo,  en todos los órdenes de nuestra vida, y el ser humano muchas veces es ciego, y no hay peor ciego que el que no quiere ver, deja pasar las cosas, las mentiras, las ausencias, el abandono, y todo se perdona, o NO, en realidad por miedo a la soledad el peor de los males CALLA, se queda en silencio, en un terrible silencio que lo daña por dentro, enferma su alma y su corazón, lo va dejando lleno de heridas, de tristezas, pero sobre todo de ausencias.

1 comentario:

  1. “En el Nombre de Jesucristo, yo (di tu nombre completo) perdono a (di el nombre de la persona a la que vas a perdonar), te perdono por toda ofensa, humillación, envidia, maldición y rechazo.
    Te perdono por los pleitos, insultos, abandonos, golpes y rencores.
    Te perdono por tu alcoholismo, por las infidelidades y mentiras.
    Te perdono por no cumplir lo prometido, por tus chismes y calumnias.
    Te perdono por toda falta de amor, consideración y caridad (respira profundamente y menciona todo lo que tengas que sentir de la persona que estás perdonando).En el Nombre de Jesús yo te perdono.
    En el corazón de Jesús yo te perdono.
    En la misericordia de Jesús yo te perdono, te bendigo y desato todo lazo de rencor entre tú y yo.
    Delante de Dios te declaro inocente y libre; ya no me debes nada.
    Le pido a Jesús que te ame profundamente, te llene de paz y se manifieste en ti con abundancia de bienes espirituales y materiales. Amén. Amén. Amén.”

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